lunes, junio 26, 2006
Super donacion de Warren Buffett
En medio de cien mil noticias malas, leo con gusto que el señor Buffett ha decidido compartir la mayor parte de su fortuna con los menos afortunados (para seguir con el uso de la palabra fortuna). Dado que este tipo es la segunda persona más rica del mundo, bueno, al menos hasta que haga esta donación, me parece una noticia excelente. Claro, de seguro no todo será bien usado, pero con que al menos una fracción lo sea, me doy por satisfecho. Gracias Warren, ojalá más gente se anime. Saludos desde Lima, Mariano.
sábado, junio 24, 2006
Microsiervos
Solo para recomendarles microsiervos, tecnología y un poco de todo. Una de las más vistas. Así que mírenla para que sea todavía más vista. Desde San Miguel, chau.
lunes, junio 19, 2006
Titanes de la tecnología apuestan por la inmigración
El siguiente artículo más que seguro que mañana no estará disponible, pues el wsj funciona así, entonces para asegurarme, lo he copiado acá.
Por Alan MurrayThe Wall Street Journal
Bill Gates y Scott McNealy, gigantes del mundo del software y rivales por mucho tiempo, no están de acuerdo en muchas cosas. Pero están unidos en su esfuerzo por conseguir que el gobierno de Estados Unidos elimine los límites para las visas de inmigración para trabajadores altamente capacitados.
"El éxito de EE.UU. se debe en parte a que gente calificada ha venido desde todas partes del mundo para estar aquí", dice Gates, presidente de Microsoft. Al mantenerlos fuera, la nación "nos está arrebatando nuestra mayor ventaja". "Esto es demasiado importante", reconoce McNealy, presidente de Sun Microsystems. "Una mayor afluencia de talento cambia definitivamente el equilibrio de poder aquí en Estados Unidos".
Mientras Washington se debate entre construir un muro en la frontera mexicana o si conceder una amnistía a los inmigrantes ilegales, la crisis de trabajadores capacitados se ha convertido en algo secundario. La ley actual limita las llamadas visas H-1B para empleados altamente calificados a 65.000 al año, más otros 20.000 para aquellos con títulos avanzados de instituciones educativas de EE.UU. Con el auge de la industria tecnológica, esos límites son excesivos ya que la mayoría de las visas H-1B para 2007 ya han sido concedidas.
Gates afirmó que la escasez de visados está perjudicando la capacidad de la compañía para finalizar productos nuevos. De modo que él, McNealy y varios líderes de tecnología han viajado recientemente a Washington para solicitar al Congreso que elimine los límites.
La ironía está en que Microsoft y Sun fabrican sistemas de computadoras que permiten que la gente, en teoría, trabaje desde cualquier parte, en cualquier momento. Son maestros del mundo virtual donde las fronteras supuestamente desaparecen. Pero la pelea por las visas evidencia que a estos líderes de la tecnología la geografía les importa, y mucho.
McNealy dice que Sun realiza entre el 75% y el 80% de su investigación y desarrollo en EE.UU. Craig Barrett, presidente de Intel Corporation, afirma que su compañía también emplea a la mayoría de sus investigadores en EE.UU. y quiere seguir así.
¿Las razones? El patriotismo, explica Barrett, es una. El propio interés, asegura McNealy, es otra. Barrett añade que encontrar investigadores en EE.UU. les mantiene cerca de las universidades de investigación más importantes del mundo. Además, Barrett, McNealy y Gates reconocen que tener una agrupación de investigadores en el mismo lugar ayuda porque así pueden interactuar en otros lugares además de la pantalla de la computadora. Y por supuesto, está el hecho de que muchas de las personas mejor preparadas del mundo quieren vivir y trabajar en Estados Unidos. La producción per cápita en EE.UU. es ahora de unos US$36.700, según el Banco Mundial, mientras que la producción per cápita del mundo es de US$5.500. Esa es una gran diferencia: los estadounidenses ganan 6,7 veces más que el promedio mundial.
Una política nacional más inteligente, dice Barrett, sería adjuntar una tarjeta de residencia al diploma cada vez que un extranjero obtiene una titulación superior en EE.UU. McNealy va más lejos: "La mayoría de esta gente no va a la cárcel. No termina recibiendo ayuda social. Suele pagar sus impuestos. Mantiene jardines bonitos y limpios. Manejan Prius. Reciclan. ¿En qué estaremos pensando?, se pregunta McNealy.
Por Alan MurrayThe Wall Street Journal
Bill Gates y Scott McNealy, gigantes del mundo del software y rivales por mucho tiempo, no están de acuerdo en muchas cosas. Pero están unidos en su esfuerzo por conseguir que el gobierno de Estados Unidos elimine los límites para las visas de inmigración para trabajadores altamente capacitados.
"El éxito de EE.UU. se debe en parte a que gente calificada ha venido desde todas partes del mundo para estar aquí", dice Gates, presidente de Microsoft. Al mantenerlos fuera, la nación "nos está arrebatando nuestra mayor ventaja". "Esto es demasiado importante", reconoce McNealy, presidente de Sun Microsystems. "Una mayor afluencia de talento cambia definitivamente el equilibrio de poder aquí en Estados Unidos".
Mientras Washington se debate entre construir un muro en la frontera mexicana o si conceder una amnistía a los inmigrantes ilegales, la crisis de trabajadores capacitados se ha convertido en algo secundario. La ley actual limita las llamadas visas H-1B para empleados altamente calificados a 65.000 al año, más otros 20.000 para aquellos con títulos avanzados de instituciones educativas de EE.UU. Con el auge de la industria tecnológica, esos límites son excesivos ya que la mayoría de las visas H-1B para 2007 ya han sido concedidas.
Gates afirmó que la escasez de visados está perjudicando la capacidad de la compañía para finalizar productos nuevos. De modo que él, McNealy y varios líderes de tecnología han viajado recientemente a Washington para solicitar al Congreso que elimine los límites.
La ironía está en que Microsoft y Sun fabrican sistemas de computadoras que permiten que la gente, en teoría, trabaje desde cualquier parte, en cualquier momento. Son maestros del mundo virtual donde las fronteras supuestamente desaparecen. Pero la pelea por las visas evidencia que a estos líderes de la tecnología la geografía les importa, y mucho.
McNealy dice que Sun realiza entre el 75% y el 80% de su investigación y desarrollo en EE.UU. Craig Barrett, presidente de Intel Corporation, afirma que su compañía también emplea a la mayoría de sus investigadores en EE.UU. y quiere seguir así.
¿Las razones? El patriotismo, explica Barrett, es una. El propio interés, asegura McNealy, es otra. Barrett añade que encontrar investigadores en EE.UU. les mantiene cerca de las universidades de investigación más importantes del mundo. Además, Barrett, McNealy y Gates reconocen que tener una agrupación de investigadores en el mismo lugar ayuda porque así pueden interactuar en otros lugares además de la pantalla de la computadora. Y por supuesto, está el hecho de que muchas de las personas mejor preparadas del mundo quieren vivir y trabajar en Estados Unidos. La producción per cápita en EE.UU. es ahora de unos US$36.700, según el Banco Mundial, mientras que la producción per cápita del mundo es de US$5.500. Esa es una gran diferencia: los estadounidenses ganan 6,7 veces más que el promedio mundial.
Una política nacional más inteligente, dice Barrett, sería adjuntar una tarjeta de residencia al diploma cada vez que un extranjero obtiene una titulación superior en EE.UU. McNealy va más lejos: "La mayoría de esta gente no va a la cárcel. No termina recibiendo ayuda social. Suele pagar sus impuestos. Mantiene jardines bonitos y limpios. Manejan Prius. Reciclan. ¿En qué estaremos pensando?, se pregunta McNealy.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)